9 abril 2019 Clara Mitjavila

Fotografía cocinada por Martí Sans

Llegar a ser fotógrafo y vivir de esta disciplina supone tener un visión singular y un cuidado especial a la hora de captar las escenas que tienes delante el objetivo. Y a veces, el camino para llegar a convertirte en profesional puede haber comenzado con un punto de partida totalmente diferente. Este es el caso de Martí Sans, profesional de la fotografía gastronómica y comercial pero que sus inicios fueron como cocinero. Seguramente el perfeccionamiento y el cuidado puesta en cada uno de sus platos es lo que le llevó a tener la misma precisión cada vez que tiene que hacer una fotografía, y nosotros, desde la escuela, tuvimos el placer de poder ver en directo cómo trabaja.

Con un trato y manera de hacer muy cercana pudimos asistir a una clase magistral y ver cómo utilizaba cada uno de los objetos puestos a la escena como si fuera uno de los ingredientes de una receta única. Cada cosa en su sitio, en la cantidad justa, y cuidando cada detalle para la presentación de la imagen como si fuera un plato de un gran chef y tuvieras que comerte la imagen con los ojos. Y realmente el sentido de la vista quedó satisfecho de este cuidado y minuciosidad que transmitida en cada una de sus imágenes.

Us deixem amb unes imatges de la seva estada amb els alumnes del cicle de fotografia i il·luminació a l’escola. Nos habló de su libro «Aprendre a fotografiar productos como un profesional», de la Editorial Gustavo Gili. Pero lo más interesante fue cuando nos enseñó alguno de sus trucos a la hora de hacer las fotografías y cómo consiguió algunas imágenes con un presupuesto irrisorio! La clara demostración de que los buenos resultados a veces no dependen de un gran presupuesto sino de ser más creativos!